




«Teníamos muchas ganas de volver a viajar juntos, de aprender con lo que hay a nuestro alrededor: observando, escuchando, andando, riendo, compartiendo …
Un mar Mediterráneo que parecía el Océano Atlántico, sus pescadores contándonos asombrados los daños causados por el temporal , el parque natural de Cabo de Gata, verde como en ninguna época del año, con su flora, su fauna, sus senderos, sus playas deseando ser visitados; Lola, propietaria de un invernadero en El Ejido e Isabel, nuestra guía de Granada, felices de volver a tener grupos de alumnos a los que transmitir sus conocimientos …
Y para terminar, visita de Baeza, ciudad histórica y degustación de aceite de oliva de sus campos.
Un deseo por fin hecho realidad. ¡Gracias a todos por hacerlo posible!»