Obra: Es una imagen de una medusa que se llama yema de huevo (dado a la forma y al color de su cabeza) o Phacellophora camtschatica. Este tipo de medusas pueden llegar a medir (sin contar la cabeza, que es proporcional) los tentáculos 7 metros de largo. Es bello ver la división entre el mundo acuático y el terrestre, los árboles y la isla con la medusa y las profundidades del Océano Pacífico.
Autor: Cristina Mittermeier es fotógrafa del National Geographic, cofundadora de Sea Legacy (“El legado del mar”: organización para la conservación del medio ambiente) y embajadora de Global Survey para los “Sustainable Developement Goals”.
Elección: Elegí esta obra por su belleza visual, en un principio. Pero luego me di cuenta del trasfondo que tenía: casi la mitad de las medusas yema de huevo no llegan a su total crecimiento por que, durante el proceso de desarrollo de los tentáculos, mueren asfixiadas por la cantidad de basura en el fondo marino. Este año estaba buscando un propósito de año nuevo, la diminución de mis basuras es mi objetivo. Y creo que todo el mundo debería dejar de consumir tantísimo plástico, una de las causas más importantes de la reducción de la vida marina.